Tomará la posta de Maximiliano Pullaro este jueves. Retenciones, obras y la plata de los jubilados, en foco. Gobernabilidad, moneda de cambio en año electoral
Martín Llaryora presidirá el núcleo político y productivo de la Región Centro hasta abril de 2026. El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, traspasará el mando a su par de Córdoba, en un acto que se llevará adelante en la provincia vecina y del que participará también el mandatario de Entre Ríos, Rogelio Frigerio.
El encuentro de este jueves será la oportunidad para refrescar la agenda de reclamos de las tres provincias al gobierno de Javier Milei. En el Panal, como se conoce a la casa de gobierno mediterránea, afirman que Llaryora dará continuidad al rumbo marcado por el radical Pullaro.
En su discurso, el cordobés reivindicará las grandes obras como eje de desarrollo y crecimiento. Este punto fue duramente atacado por el Presidente en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. “La obra pública no genera más trabajo, genera impuestos”, dijo el primer sábado de marzo.
La agenda de reclamos de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos
La ratificación de la agenda de la Región Centro tendrá una escala inevitable en las retenciones al campo. Llaryora pedirá, como lo vienen haciendo sus pares, la eliminación completa del impuesto.
El cordobesismo plantea que es una verdadera exacción a la región que impactó no sólo en su competitividad, sino que la retrasó tecnológicamente.
Los fondos para las cajas de jubilaciones serán el punto caliente. Los envíos comprometidos por ley se redujeron a cero desde el ascenso libertario al poder, sin miras a un acuerdo político sobre un pasivo que, en el caso cordobés, asciende a los $900 mil millones.
El mes que viene la Corte Suprema convocó a la primera audiencia de conciliación con la ANSES. La expectativa de acuerdo es bajísima por parte del cordobesismo que, todavía, espera por la plata que reclamó Juan Schiaretti durante su administración.
El mensaje político de Martín Llaryora
El mandatario cordobés seguirá jugando a dos puntas. La agenda de reclamos concentrará la acidez necesaria y que corresponde a un dirigente que se concibe como opositor a Milei, pero sin descuidar los equilibrios que exige el electorado compartido.
Llaryora ratificará la vía dialoguista de la zona núcleo. La promesa de contribuir a la gobernalidad quedará ratificada, también el apoyo a las medidas de estabilidad macroeconómica.
El cordobesismo prestó los votos para sostener el DNU sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). A su vez, rechazó las movidas de juicio político y las comisiones investigadoras que proponía la oposición en el Congreso en medio del escándalo por la estafa de la cripto $Libra.
Si esta vidriera incidirá en el juego electoral del cordobesismo, en el Panal prefieren ceñir el trabajo en el marco institucional del espacio. Llaryora se ha mostrado reacio a participar de ligas de gobernadores, pese a que no le faltaron ofertas. Por tradición, la Región Centro es el único espacio cómodo para hacer política fuera de los alambres de la provincia.